Publicado el 24 de marzo de 2023

Cinco Continentes en la UdeC: Neil Nagar: de colaboración, objetos estelares y rayos gamma

  • Cinco continentes en la UdeC: El científico ha pasado las últimas dos décadas investigando en Chile, erigiéndose como un testigo privilegiado del desarrollo de la astronomía en nuestro país  

Desde 2004, Neil Nagar, uno de los dos expertos entonces radicados en Chile que participaron en el gran hito de la astronomía de los últimos años: la primera imagen de un agujero negro, es parte de la comunidad científica UdeC.   

De origen indio, antes había estado seis años en Maryland (Estados Unidos) realizando su doctorado y un cargo de postdoctorado en las cercanías de Florencia, Italia, “muy cerca de la última casa de Galileo”, y otros dos años en Holanda.  

Su formación de pregrado es la ingeniería, pero ha enfocado toda su carrera en la radioastronomía, un subcampo de esa ciencia que se dedica a la interpretación de la información que recogen los radiotelescopios. Los cielos prístinos de Chile lo atrajeron y el naciente Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Concepción, UdeC, lo acogió.   

Actualmente, reside en San Pedro de la Paz y tiene dos pequeños hijos. Sus funciones tienen una gran parte de investigación científica de frontera, pero, explica, “también un poco de instrumentación para mantener ‘la mano a entro’, porque la astronomía es transversal”.   

Durante sus estudios en EE.UU. detalla, viajó en varias oportunidades a Chile, pero nunca a Concepción, puesto que la intención era visitar los telescopios emplazados en el norte del país. “En aquella época, en la década del ‘90 eran casi todos telescopios ópticos. Ahora eso está cambiando, porque existe ALMA y, además, se está construyendo cerca de cerro Paranal y del cerro Armazones un nuevo telescopio muy grande, otro proyecto muy internacional que es de rayos gama. Entonces, Chile está creciendo desde la astronomía óptica hacia convertirse en la capital de la astronomía integral de la Tierra”, agregó. 

“El cielo limpio de Chile”, explica, “es muy positivo para los telescopios ópticos, pero también hay otros factores, que haya más noches sin nubes, pero, además, es importante la estabilidad del aire, que es algo que se cumple acá. Y aunque es distinto con los radiotelescopios, porque también puede interferir el vapor de agua, tampoco es un problema en el Desierto de Atacama”. De acuerdo al investigador, esos factores, además de la altitud de los cerros escogidos en el norte posibilitaron la instalación de estos grandes complejos astronómicos.   

Ambos tipos de telescopio son complementarios para una observación cosmológica más acabada y se ha ido avanzando mucho en este sentido en nuestro país durante los últimos años. “Actualmente, colaboramos para resolver cualquier tópico científico: cómo se forman las estrellas, cómo mueren, cómo se forman las galaxias, etc., hay que ocupar todas las herramientas disponibles junto para llegar a estas respuestas, todos los resultados se combinan para llegar a un resultado científico para responder estas preguntas”.   

“Tenemos que cambiar esta mentalidad también en la educación”, afirma, como lo están haciendo en los colegios de los países como Escandinavia, que no se ordenan las materias por tópicos, porque si en verdad se quiere resolver problemas, se necesita mezclar todas las materias, no hay muros ahora”.  

Agujero negro y ¡clic!  

Para el científico, su participación en el equipo internacional que participó en el primer registro de la imagen de un agujero negro fue producto de “una gran conciencia porque, aunque la teoría tenía obviamente varias décadas, la idea de hacer el proyecto nació por coincidencia, con un postdoc que estaba en la misma universidad en que hice mi doctorado, por allá por el ‘98, y él trabajó con mi profesor guía. Colaboramos en varias cosas antes y comenzamos a conversar sobre construir este telescopio, pero sabíamos que la tecnología, en ese entonces, no era lo suficientemente avanzada, así es que comenzamos a planificar”.   

El experto explica que, con el avance natural de la ciencia, alrededor de 2008, y con la irrupción de ALMA y otros arreglos de similar potencia alrededor del mundo y de la tecnología computacional que los acompañaba, el proyecto, por fin se volvía factible. Ese año, el Profesor Nagar se unió al equipo científico de esta investigación ya compuesto por otros 15 o 20 personas, y hasta el 2017 se concretó la etapa de toma de las observaciones.   

“Es”, enfatiza, “un proyecto de muy largo plazo y, en el contexto internacional, el proyecto mismo no era tan caro, aunque es difícil a poner un costo, tiene haber estado del orden de los 10 a 40 millones de dólares, que por un resultado tan importante es una inversión muy pequeña y esto fue posible porque para el EHT (Event Horizon Telescope) no se construyó nuevos instrumentos ni nuevos telescopios, sino que se agregó a todos los existentes y agregando deltas en algunos y a través del desarrollo de nuevas técnicas de análisis de imágenes, se logró algo con un gran impacto”.   

 

Moviendo siempre la frontera  

Ahora vienen nuevos desafíos porque el científico enfatiza que “queremos hacerlo mejor, pero para eso, nos queda construir algo nuevo, ya que ya usamos todo lo existente. Por eso, estamos en un proyecto muy interesante que es New Generation of Events Horizon Telescope, para los que se requiere una inversión importante del nivel de 200 a 300 millones de dólares lo que hace más necesarias que nunca las colaboraciones internacionales, hay tanta gente con subespecialidades, e institutos con especialidades que son distintas en cada país y entonces, se complementan, trabajando juntos, se agregan y la sinergia entre todos y es lo necesario para alcanzar los objetivos”. El proyecto involucra a más de 350 científicos de treinta países y más de 20 centros de investigación, detalla.   

 

Neil Nagar, más allá del científico

Para el Dr. Nagar, nuestra ciudad y nuestro país han sido un lugar bueno para trabajar, pero también para vivir. 

  • En términos gruesos, lo que estudia el universo ¿Qué lo motiva?   

Es como un puzle y hay demasiadas cosas abiertas, y  como siempre que se trata de resolver un problema se abren diez preguntas más, y en ese sentido es en una adicción a resolver problemas y algunos de estos misterios pueden verse como muy intangible y muy lejos, y cuando nosotros resolvemos algo nos dicen ‘qué lindo, interesante’, pero que no importan se afectan a las personas, pero, de a poco, hemos ido avanzando en la comprensión de que es imposible a desvincularnos a nosotros en la Tierra del resto del Universo.   

Un ejemplo claro, es el Sol es lejos, que nos da luz y calor, pero también es un peligro para nosotros, para nuestros satélites geoestacionarios que están más arriba de nuestra atmósfera, porque el sol, por ejemplo, nos lanzan estas partículas muy energéticas en las tempestades  

Yo, por ejemplo, estudio los rayos cósmicos, que son partículas muy energéticas que llegan a la Tierra y chocan con la atmosfera y no sabemos de dónde vienen, pero hay varias teorías. No sabemos si este tipo de eventos pasan sólo dentro de nuestra galaxia o si es peligroso para nosotros o no. En fin, es conocimiento que, en algún momento, va a servir a la sociedad en su conjunto.   

Estamos conectados con el universo nos guste o no.   

  • ¿Cómo empieza su mañana?  

Tengo dos hijos todavía chiquititos, de 10 y 7 años. Así es que tenemos que levantarnos temprano porque ellos entran en el furgón a las 7:20, porque su colegio está en Hualqui y entonces yo estoy en la Universidad a las 7:30, es el mejor momento porque no hay tráfico, no hay problemas de estacionamiento y no hay muchas personas y puedo terminar mucho el trabajo en las primeras dos horas antes de las clases.   

En Astronomía, tenemos muchos alumnos de postgrado así es que la mayor parte de nuestro tiempo se nos va en las reuniones con los tesistas de doctorado y magister. Cada profesor acá tiene entre 7 y 10 estudiantes de tiempo uno a uno, en que se mezclan docencia e investigación. Se pasa rápido el día.   

  • ¿Cómo se relaciona esto con el concepto del azar?   

Lo que nosotros estudiamos cómo es la parte macroscópica. Al nivel de mecánica cuántica, se puede entrar mucho en estas discusiones, pero en mi área de investigación siempre trabajamos con cuerpos macroscópicos, como galaxias o estrellas masivas y no con partículas y aunque no tenemos suficiente estadística para conocer si hay algo detrás, en general, encontramos que estos fenómenos siguen las reglas de la física que conocemos, que hasta ahora hemos encontrado.   

  • ¿Se puede viajar en el tiempo?  

No y sí. En lo macroscópico, la física no permite viajes en el tiempo, pero en cuanto a las partículas individuales, se ha planteado muchas paradojas, que comenzaron hace mucho tiempo, incluso con Einstein, Rosen, que todavía hay científicos que están trabajando mucho con ellas, donde se plantea que una partícula se pueda comunicar con otra instantáneamente  

  •  ¿Mantiene contacto con la India?  

En mi caso especial, no, porque no quedó nadie, efectivamente, porque mi hermano se fue a Estados Unidos un año antes que yo, entonces desde el ‘94 que está afuera de India y por eso tengo muy poco contacto con India y, en este sentido, me siento mucho más chileno en ese momento, y además mis niños también nacieron aquí  

  • ¿Hay alguna figura universal que usted admire?   

No, no puedo imaginar a alguien en específico  

  •  ¿Hay algún mentor que destacaría en su área?   

Son nombres del pasado que hoy día ya fallecieron, como mi profesor guía. También hay colegas a quienes les tengo mucho respeto  

  • ¿Se encuentra algún defecto?   

Sólo cosas personales que no diría en una entrevista (se ríe), no quiero decir que soy perfecto, pero estoy feliz como soy  

  • ¿Cómo podría explicar su trabajo a niños de 10 años?  

A esa edad, me interesaría mucho más explicar el método científico. Porque es importante que entiendan la idea de cómo funciona la ciencia. Vivimos en un mundo donde se escuchan a cualquier persona hablar de cualquier cosa y se comienza a creer y aprender, el método científico nos permite precisamente no creer todo lo que nos dicen  

Les explicaría que hay teorías de personas que ocuparon matemática y física y predijeron cierto tipo de objetos como estrella o planetas, o agujeros negros, pero que hay muchas teorías, entonces que hay que ir a medir y comprobar qué es correcto o, tal vez, ninguna teoría es correcta, a partir de las observaciones.   

Los agujeros negros, por ejemplo, existieron durante más de cien años, sólo en la teoría, entonces nuestro trabajo como investigador, es buscar si es verdad que la teoría funciona o no.   

Lo importante es invitarlos a que experimenten, que ellos mismos metan la mano, ocupando su propio razonamiento