Publicado el 03 de junio de 2021

Alex Berg, Director Ejecutivo de la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) de la UdeC: “La vinculación internacional no es una opción, es una necesidad”

  • El centro de investigación y desarrollo aplicado de la UdeC tiene entre sus ejes el trabajo colaborativo con entidades extranjeras, entre las cuales destaca un significativo proyecto conjunto que desarrolla desde hace dos años con la North Carolina State University, el que es financiado por una empresa norteamericana.

 

“Hoy en día, todo el ámbito del saber – desarrollar conocimiento, pero también encontrar soluciones tecnológicas – requieren trabajar conjuntamente. Si se aspira a desarrollar una solución tecnológica, el saber individual no basta. Deben sumarse diferentes experiencias, puntos de vista, personas e instituciones. Las organizaciones tienen que interactuar a nivel local y nacional, con otros centros de investigación y desarrollo; con empresas, con entes estatales, con la comunidad y a nivel internacional”, señala Alex Berg, director ejecutivo de la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) de la Universidad de Concepción.

En un contexto globalizado, la vinculación con el exterior es parte del quehacer de este centro de investigación y desarrollo aplicado que, desde sus inicios en 1996, está enfocado en investigaciones científicas y tecnológicas de vanguardia.

“Trabajamos estrechamente con instituciones e investigadores de Estados Unidos, Asia y Latinoamérica, pero principalmente de Europa, porque en ese continente nuestro ámbito de trabajo, la bioeconomía y la economía circular, cuenta con el mayor grado de desarrollo”, relata.

Intercambio con la Universidad de Maine.

Actualmente, entre las cooperaciones internacionales que mantiene el centro I+D+i, se encuentra un programa de intercambio estable – que se realiza desde hace 10 años – con la Universidad de Maine, Estados Unidos, el que permite la movilidad de entre 15 a 20 estudiantes e investigadores al año, y la transferencia de conocimientos. La UDT también mantiene proyectos permanentes con algunos institutos Fraunhofer y la Universidad de Hamburgo, y contacto estrecho con otras importantes instituciones, como el Instituto finlandés VTT, una de las mayores instituciones de I+D+i de Europa; el Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS), de Valencia, y la Universidad de Girona, entre otros.

Una de las colaboraciones relevantes es la que sostiene con la North Carolina State University, con la cual mantiene una vinculación para la movilidad de profesores e investigadores, a la vez que desarrolla un importante proyecto.

“Con la North Carolina State University tenemos una colaboración permanente. Hace tres años los invitamos a trabajar en un proyecto, para el que nos contrató la empresa norteamericana T2Earth, sobre impregnación de madera, para conferirle resistencia al ataque de patógenos y del fuego. Esta es la continuación de una antigua investigación que lideró hace 20 años el Prof. Burkhard Seeger, la que retomamos por encargo de esta empresa. El hecho que una empresa norteamericana invierta en Chile para hacer I+D es notable. No es habitual ni fácil, pero es factible”, explica.

Otro proyecto de gran relevancia – a escala internacional – que involucra a la Universidad de Concepción y a la UDT, es el Instituto Virtual de Desarrollo Eco-Industrial (IECO). En esta iniciativa participa Karlsruhe Institute of Technology (KIT) de Alemania, junto con la Universidad de Chile, la Universidad Austral de Chile y la Universidad de Concepción.

“Este proyecto lleva 3 años de funcionamiento, tiene financiamiento por dos más y la idea es que sea permanente en el tiempo. A través de esta iniciativa, el KIT instala su oficina regional latinoamericana en Chile, de manera virtual, para apoyar una colaboración internacional que impulse la investigación, la docencia y la innovación”, describe Alex Berg.

Del laboratorio a la industria, de la mano de la UDT

Una de las características diferenciadoras de la UDT es su capacidad de escalamiento de resultados desde el laboratorio a plantas piloto y demostrativas, y, desde ahí, a un nivel industrial.

“Lo que hacemos es desarrollar tecnología y transferirla. En la práctica, para transferir debes probar el producto y darle un estado avanzado de desarrollo, para permitir que se implemente industrialmente. Por ello, en la UDT escalamos los procesos a un nivel piloto y comenzamos a generar productos de manera demostrativa, a pequeña escala. Nuestra labor, como parte del desarrollo de una tecnología, no es producir masivamente, sino contar con un proceso adecuado y demostrar que el producto tiene las características requeridas por el mercado. En este contexto, interactuamos estrechamente con empresas nacionales y extranjeras. En Chile somos la única institución que cuenta con estas capacidades de desarrollo y escalamiento, en nuestro ámbito temático de acción”, comenta el director de UDT. Detalla que entre sus proyectos actuales se encuentran el desarrollo de materiales plásticos biodegradables; el reciclaje mecánico, químico y termoquímico de productos postconsumo, como neumáticos y envases; la aplicación de fibras de celulosa y corteza de pino y eucalipto en nuevos productos; y la concepción de nuevos materiales de construcción biobasados, entre varias otras iniciativas”, explica Alex Berg.

“En varios de estos desarrollos, en Chile no contamos con conocimientos, equipamiento o experiencia, para caracterizar, evaluar y certificar adecuadamente los nuevos productos. Por ello, necesariamente tenemos que interactuar con instituciones de otros países, para avanzar en el desarrollo tecnológico y cumplir con los estándares de calidad que nuestros clientes requieren”, detalla.

Colaboración internacional en pandemia

El Director de la UDT detalla que la contingencia sanitaria ha detenido ciertos procesos de su operación habitual, como los programas de intercambio con universidades, pero ha propiciado el inicio de nuevos proyectos vinculados a las necesidades que trae aparejado el avance de la pandemia.

“Hemos desarrollado 3 soluciones para el Covid-19. La primera es el reciclaje de mascarillas faciales que desarrollamos junto con la Asociación de Industriales Pesqueros. Es una solución no solo a nivel conceptual o de laboratorio, sino una tecnología que fuimos capaces de escalar a un nivel piloto, generando productos de valor comercial a partir de un desecho”, señala.

“La segunda son las mascarillas biodegradables en base a celulosa y, con ello, enfrentamos el grave problema ambiental ocasionado por la disposición inadecuada de grandes cantidades de mascarillas desechables. Como tercer desafío, desarrollamos un gelificante alternativo para el alcohol gel (lo denominamos “Nano Gel”), el que está basado en fibras vegetales de tamaño nanométrico. Se trata de una muy buena solución técnica, que entrega excelentes prestaciones al usuario y tiene una promisoria perspectiva comercial. Estamos evaluando con una empresa nacional ingresarlo al mercado”, comenta.

Todos estos desarrollos requieren indispensablemente una estrecha colaboración con empresas que tengan interés y la capacidad de aplicar las soluciones a nivel productivo. También requieren de colaboración internacional, para avanzar en el desarrollo de procesos y testear los nuevos productos.

Terminando la entrevista, el directivo agrega que, “estamos orgullosos de que a pesar de la pandemia no hemos interrumpido nuestras labores de I+D+i, las que, estamos convencidos, son importantes para la sociedad. Para ello, adoptamos todas las medidas sanitarias que permitieran minimizar las posibilidades de contagio. Nuestros colaboradores han mostrado una gran fortaleza, resiliencia y colaboración”.

Más sobre UDT en este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=fpdZY1wKk1w

Instalaciones UDT en Coronel.