Publicado el 13 de abril de 2021

Editorial Boletín UdeC Global N°11: «Buenas noticias»

  •  María Inés Picazo Verdejo, Directora de Relaciones Internacionales.

 

El año académico 2021 se abre diseñando la política de internacionalización de nuestra Universidad lo que es una muy buena noticia. En efecto, diseñar un proyecto de relacionamiento internacional en tiempos en los que el mundo entero está obligado a permanecer encerrado en su casa, es proyectarse con optimismo hacia un futuro compartido a escala global. Además, el desarrollo de las tecnologías de la comunicación representa una oportunidad que, en el diseño de la internacionalización postpandemia de nuestra Universidad, no debemos dejar pasar para alinearnos con niveles y estándares de internacionalización creciente que está viviendo la sociedad y las instituciones.

En términos concretos, ¿qué significa el diseño de la política de internacionalización de nuestra Universidad?

Significa un esfuerzo por superar la fragmentación de iniciativas existentes al interior de la UdeC en movilidad estudiantil y docente, en recursos disponibles, en cooperación científica y académica y en vinculación con partners internacionales. Significa, además, formular lineamientos institucionales que potencien el quehacer de la Universidad en el exterior, a partir de marcos referenciales internacionales. Implica, por último, reinterpretar, adaptándolos al contexto actual y dándoles continuidad histórica y mayor alcance geográfico, los propósitos fundacionales de la Universidad, que no pueden sino ser universales.

¿Por qué diseñarla?

Por la Universidad y por todas sus reparticiones. La educación remota va a acrecentar la competencia global entre universidades por estudiantes del mundo entero, ofreciéndoles programas académicos sin moverse de su living. Debemos prepararnos para ello diseñando un plan de acciones de internationalisation at home, que abra nuestros campus a estudiantes y profesionales del mundo entero, que contrarreste esas dinámicas competitivas y nos sitúe en el plano mundial en el sitial que corresponde a una Universidad que ha forjado durante cien años capacidades académicas, científicas y tecnológicas de calidad.

Por estudiantes y docentes. La internacionalización del aula y del currículum aporta valor a la calidad y pertinencia de la formación de las personas. Así como consideramos natural que la investigación de calidad se produzca a través de la colaboración entre expertos de diferentes países, igual valor tiene la internacionalización para las competencias de los profesionales que formamos. La internacionalización es una real oportunidad de hacer que nuestros estudiantes logren niveles de conocimiento, de experiencias académicas y de vivencias culturales superiores, que amplíen sus capacidades profesionales y fortalezcan su formación como ciudadanos de una sociedad globalizada.

¿Cómo la vamos a llevar a cabo?

Si la participación de la comunidad UdeC es clave en la legitimidad y calidad del diseño de la política de internacionalización, la implicación de quienes tienen alguna capacidad de decisión es indispensable en su implementación exitosa. En otras palabras, es importante descentralizar la puesta en práctica de la política de internacionalización entre autoridades que tienen la capacidad de decisión académica, administrativa y financiera; que poseen la facultad de poder integrarla en los planes de desarrollo, en el presupuesto, la gobernanza y en las regulaciones de las carreras, facultades, direcciones, centros o campus.

La política que está diseñando el Comité Institucional de Internacionalización de la Universidad tendrá resultados probablemente no inmediatos sino a medio plazo. Para este año 2021, el resultado que se espera es que toda la comunidad descubra “poco a poco los secretos” y beneficios de la internacionalización del quehacer de la academia, como visualizó el Rector Enrique Molina: “Nos transportamos a los días venturosos en que los recursos universitarios permitan que, en cada facultad, en cada instituto, en cada laboratorio haya investigadores consagrados, en competencia y colaboración con los sabios del mundo entero, a ir descubriendo poco a poco los secretos de la ciencia y a mejorar la condición de los hombres” (Rector Enrique Molina Garmendia, extracto del discurso pronunciado el 29 de mayo de 1929 en el Teatro Central de Concepción).