• El AlumniUdeC ha hecho su carrera en televisión, como presentador y reportero en Chile y como corresponsal en el extranjero. Hace 3 años cofundó la iniciativa Plus Finland, que promueve la metodología educativa de Finlandia en territorio latinoamericano.

 

“Una de las cosas que la UdeC estimula en sus estudiantes es impactar positivamente en la vida de otros”, señala Francisco Moreno Ramírez, al hablar de la influencia de su alma mater en el devenir de su desarrollo profesional.

A sus 35 años, Francisco se ha abierto espacios en diversos frentes de las comunicaciones. Con determinación e ímpetu se decidió a explorar nuevos horizontes fuera de Chile como corresponsal extranjero, para luego encontrar una nueva forma de hacer periodismo y una nueva vocación, que lo ha llevado a liderar una organización que vincula el modelo educativo de Finlandia con las aulas latinoamericanas.

Con el Campanil en el corazón 

“Mis mejores recuerdos de juventud están en la Universidad de Concepción”, sentencia el periodista.

De padre agricultor y madre dueña de casa, Francisco se trasladó desde su natal Talca hacia Concepción, con la intención de cumplir uno de sus sueños: estudiar periodismo.

“Me eduqué en la ciudad, pero dejé casa de mis padres en el campo para iniciar mis estudios en la UdeC, a los 17 años. Como muchos estudiantes, tenía lo justo, vivía con lo justo, pero ahí es cuando cultivas una familia en la Universidad, porque muchos de los jóvenes llegamos desde otros lados a estudiar y hacer una vida ahí. Y en ese sentido, la herencia que tengo de esos años es un grupo de siete amigos incondicionales con quienes nos conocimos el 2005. Nunca más nos separamos. Esta es una de las cosas más lindas que me ha dado la Universidad, junto con las oportunidades y el crecimiento profesional y personal, producto de mi paso por el campus”, relata el AlumniUdeC.

Estando en la UdeC, comenzó a trabajar en el Diario El Sur primero y luego en TVU, para llegar en poco tiempo a integrar las filas de TVN Red Biobío y Santiago, donde hizo su práctica profesional.

“Cuando eres primera generación que va a la Universidad, quieres aprovechar todas las oportunidades. Y en ese sentido la Universidad te abre a ese mundo porque vas madurando y conociendo otras realidades. En ese tiempo, se hacían muchas charlas, venían expertos a exponer, había participación en foros internacionales, etc., entonces todo eso te va a abriendo el apetito por vivir experiencias nuevas”, explica.

“El 28 de febrero de 2010 terminaba mi contrato en TVN Red Biobío, pero un día antes sucedió el terremoto, entonces seguí trabajando sin parar, hasta 10 años después…”, cuenta y sonríe al recordar la anécdota.

Ese trágico acontecimiento le permitió observar la realidad del periodismo de corresponsalía, con la masiva llegada de periodistas internacionales que se instalaron en la región para cubrir el desastre.

“Cuando sucedió el terremoto llegaron muchísimos periodistas extranjeros, de todo el mundo; y yo, recién titulado, pude ver este mundo in situ. Miraba ese trabajo y decía, yo quiero estar ahí, quiero ser, de alguna forma, como esas personas, Ser testigo directo de esas experiencias, ver desde cerca cómo se escribe la historia y cómo el periodismo cambia vidas. Pero para eso debía tener dominio de otras herramientas, haber viajado y conocido”, señala.

Y partió al extranjero.

Escala en Europa: nuevos desafíos

En el viejo continente, Francisco vivió en una primera etapa en Inglaterra (antes de la fragmentación EU-Reino Unido), combinando cursos de periodismo investigativo en el afamado periódico “The Guardian” y estudios de inglés en Liverpool, para luego abocarse a una especialización en Políticas globales y comunicación, en la Universidad de Helsinki, en Finlandia.

“Cuando me fui el 2017 a estudiar mi máster a Finlandia me fui como corresponsal extranjero de TVN para la Unión Europea. Viajaba muchísimo, fueron 2 años en los que pasaron muchas cosas y donde fui testigo de hechos históricos”, señala.

“Debí, por ejemplo, cubrir junto a Mauricio Bustamante el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, respecto a la demanda marítima de Bolivia, también las primeras elecciones presidenciales en las que podían votar los chilenos en el extranjero, la detención de Palma Salamanca en Paris y las elecciones en Alemania cuando asumió la Canciller Angela Merkel, entre otros. Uno de los últimos viajes que hice fue cuando me entregaron la misión de entrevistar al sacerdote Francisco Cox, quien estaba escondido en Alemania. Fui sin ninguna esperanza, lo encontré, llegué hasta su casa y lo entrevisté. Estaba desaparecido desde hacía 20 años y se decía de él que tenía una condición de demencia y que se encontraba enfermo, lo que era una falsedad. El reportaje tuvo tanto impacto que a la semana de emitirse el Papa Francisco le quitó el estado clerical al sacerdote. La noticia dio la vuelta al mundo. Eso es el periodismo”, comenta.

“Fue una época de vivir otras experiencias. En la boda real (de los príncipes Kate y William) me entrevistó la BBC como enviado internacional que cubría este evento. Era extraño porque todo eso que había visto casi 10 años antes, ahora yo lo estaba viviendo de una manera distinta y siendo parte de la historia. Debí cubrir el encuentro entre Putín y Trump, después del congelamiento de las relaciones bilaterales que venía desde la guerra fría. Estar ahí, transmitiendo en vivo y realizando traducción simultánea de lo que ellos conversaban, fue increíble. Lograr esa capacidad y experiencia profesional, de improvisar, traducir en un idioma que no es el tuyo, comentar y relatar, era algo que imaginaba en la Universidad y cuando lo veía en un periodista decía, qué capacidad, cómo lo hacen. Más tarde una habilidad que yo pude adquirir y experimentar. Es realmente satisfactorio”, señala con orgullo.

Promotor de la educación finlandesa

Cursando el segundo año de su máster en Helsinki, Francisco tuvo la oportunidad de trabajar para el programa de exportación de la educación finlandesa (Education Finland) del Gobierno de Finlandia, donde conoció en profundidad las bases de la metodología de ese país para abordar su sistema educativo.

“Gran parte de mi vida tuve interés en descubrir por qué los países nórdicos tenían tanto nivel de desarrollo. Y en el caso de Finlandia era su educación. Siempre me cuestioné, por qué esto no existe en mi país, por qué no es posible lograr, aunque sea un poco de esto. Así decidí la temática de mi tesis (Modelo trasferible y adaptable que permitiera llevar elementos de Finlandia a Chile), señala”.

La educación en Finlandia es gratuita. Casi todos los colegios son públicos, hay muy pocos colegios privados, y la mayoría de los niños asiste a la escuela municipal más cercana de su casa.

Pero, ¿en qué radica la mayor diferencia entre el sistema educativo chileno y el finlandés?

Principalmente el nivel de autonomía de profesores y estudiantes: “La educación en Finlandia está centrada en el estudiante; los niños descubren sus propios intereses y hacen valer esos intereses desde sus primeros años. En Finlandia se promueve mucho el juego en la educación y impulsa la independencia de los niños desde los primeros años. Desde los 7 años viajan solos en bus al colegio. En la sala cuna, los niños a los 2 años llevan sus bandejas de comida, apenas caminan, pero mueven sus cosas. A los 3 años se abrochan los zapatos y se visten solos. Es autonomía pura, que luego impacta en sus vidas, en sus decisiones. Esas acciones posibles de promover en otros contextos como el nuestro”, señala.

Y agrega que “esas acciones son inculcadas desde pequeños: el carácter, la independencia y la autonomía, el espíritu crítico y reflexivo. En Finlandia aprendes para la vida, no aprendes para el profesor. En Chile, los estudiantes muchas veces se preparan para obtener una buena nota, pero después olvidan la materia. Aquí el aprendizaje es integral y aprenden competencias que les sirven para el día a día. Aprenden economía doméstica, a trabajar un huerto, etc.”, explica el periodista.

En el contexto de su tesis, Francisco viajó a Chile para insertarse en colegios de la Región Metropolitana y observar sus dinámicas en el aula, para hacer un diagnóstico e indagar la posibilidad de trasferir herramientas de la educación finlandesa a los colegios públicos chilenos, con un enfoque local.

“En mi interacción con las escuelas empecé a notar que a muchas personas les hacía sentido lo que nosotros planteábamos y ahí partió un trabajo muy bonito y significativo. Nació como una idea, como un sueño esperanzador que fue creciendo hasta constituirse en una organización que hoy impacta socialmente y transforma vidas por medio de la educación”.

Con el apoyo de la oficina comercial Business Finland y la Embajada de Finlandia en Chile, el periodista comenzó a trabajar con colegios y liceos interesados en la intervención metodológica, a través del programa Aula Finlandesa, que fue creciendo hasta constituirse en 2019 en una organización que denominaron Plus Finland.

A dos años desde su creación, la organización chileno – finlandesa tiene y alianzas internacionales con Europa y el Reino Unido y ya ha trabajado en convenio con la Asociación Chilena de Municipalidades (AMUCH) para capacitar a los profesores de Chile, de manera remota, También han trabajado en Antofagasta, en escuelas de Melipilla, Rapa Nui, Cañete, y en 2022 comenzarán un proyecto de transformación educativa en la comuna de Temuco. En Latinoamérica, con Ecuador:

“Nuestro sueño es expandirnos en las regiones de Chile y en aquellos países que han demostrado interés, como México, Perú Colombia Argentina y llevar los beneficios de la metodología finlandesa a todo América Latina”, añade.

“Como diría la querida profesora Elizabeth Parra, queremos generar un cambio de paradigma”, finalizando recordando nuevamente a su alma mater.