Publicado el 09 de abril de 2021

Johannes Petrus Florentius de Bruijn, de los Países Bajos a Chillán

 

El ingeniero proveniente de los Países Bajos es parte del cuerpo docente de la Facultad de Ingeniería Agrícola, en la sede Chillán de la Universidad de Concepción. Titulado en la Universidad de Wageningen, el académico holandés lleva más de dos décadas formando profesionales para la agroindustria en Chile. Actualmente, está abocado a la enseñanza e investigación, lo que combina con responsabilidades como la jefatura académica en las carreras Ingeniería Agroindustrial e Ingeniería en Alimentos, su vida familiar y su afición por la lectura.

Su llegada al campus Chillán

Johannes Petrus Florentius de Bruijn llegó a Chile desde Holanda hace 26 años. Casado con una chilena, reconoce que sus principales motivaciones para decidirse a cruzar el Atlántico y comenzar una nueva vida en la Región de Ñuble fueron esencialmente personales. Sin embargo, la Universidad de Concepción no era una institución desconocida para él y la oportunidad de integrarse al Campus Chillán se sumó al desafío de su traslado.

“Tuve la oportunidad de conocer en Holanda a un egresado de la UdeC de Agronomía que había viajado a Chile en los inicios del 90 para promover una vinculación entre la Universidad Wageningen y la Universidad de Concepción. Con él se generó el contacto y pude conocer el trabajo que se estaba realizando, que me pareció muy interesante.”

A su llegada, el profesor comenzó impartiendo la asignatura de Operaciones Unitarias en la carrera de Ingeniería Civil Agrícola. En un comienzo se vio enfrentado a la dificultad idiomática, pero el desconocimiento inicial del español no fue un impedimento para su desempeño, y luego de impartir ese primer ramo ingresó formalmente a la Universidad.

Aprendiendo y enseñando desde las aulas de la UdeC

El docente, se define como una persona estructura y ordenada, cualidades que confiesa “aún no logro definir si son propias de mi carácter holandés o si están asociadas a mi formación como Ingeniero”. Pero lo que sí estima, es que estas características le han permitido hacer un buen trabajo y avanzar en su carrera.

En la última década, el profesor asociado ha dado pasos importantes para consolidar su posición dentro de la Facultad de Ingeniería Agrícola, trabajando para las cuatro carreras que la integran, accediendo a la dirección del Departamento de Agroindustrias entre los años 2014 y 2016 y luego asumiendo la jefatura de las carreras de Ingeniería Agroindustrial e Ingeniería en Alimentos.

Asimismo, el profesor también colabora siendo parte del cuerpo académico del Magíster en Ingeniería Agrícola Doctorado en Recursos Hídricos y Energía para la Agricultura.

Entre sus logros académicos, el profesor destaca la consecución del Ph.D. en Ciencias de la Ingeniería con especialización en Ingeniería Química, que estudió en el Campus Concepción de la Universidad. Este título se suma a la Maestría en Biotecnología con especialización en Tecnología de Bioprocesos, que desarrolló años antes en la Universidad Tecnológica de Delft, en Holanda.

El docente en su trabajo de investigación.

En el ámbito de la investigación, Johannes de Bruijn subraya el trabajo de campo que desarrolla en la agroindustria. Como es el caso de la exploración en los procesos de los jugos de fruta, vinos y antioxidantes, que recientemente resultaron en la obtención de una patente.

“Conseguimos patentar la invención de un proceso para extraer antioxidante de la uva e introducirlo en un jugo de fruta. Para mí es interesante lograr estos avances que no se dan todos los días”, comenta.

Con seguridad este carácter innovador y creador del profesor de Bruijin trasciende a sus estudiantes. “Hay un porcentaje importante de emprendedores en nuestra carrera, lo cual hemos inculcado. Además, la gran mayoría de nuestros egresados están dedicados a su rubro, lo que no sucede con otras carreras. También tenemos varios alumnos que están en Nueva Zelanda, Canadá y Estados Unidos, principalmente, continuando sus estudios o trabajando”, añade con orgullo.

Chillán, su segunda casa

Con dos hijos, el docente dedica su tiempo libre a la familia y también a cultivar pasatiempos como el cuidado del jardín y la lectura, que privilegia en su idioma materno para mantenerse conectado con sus raíces.

“En mi casa hablamos español desde que llegamos a Chile. Creo que cuando uno llega a un país debe adaptarse a sus costumbres”, revela el docente. “Pero mantengo mi vinculación con mi idioma a través de la lectura. Leo los libros una y otra vez.”

En la ciudad de Chillán, Johanes de Bruijin reconoce sentirse cómodo, no sólo porque le ha parecido un lugar amable para vivir, sino también porque en su desarrollo profesional en la Universidad se ha sentido valorado y representado por los valores institucionales.

“La Universidad de Concepción es una institución que busca la excelencia. En eso me siento identificado y es lo que he querido transmitir a mis alumnos”.